En San Miguel, a la altura de la calle Sirama (Cercano al Rastro Municipal), había un nacimiento de agua (Tiscuco: Todo migueleño la conoce) formando una quebrada que cruza por la colonia Pasadena, por Las Águilas, Las Américas (I y II), Santa Emilia y otras colonias, hasta llegar al Río Grande de San Miguel.
El rastro municipal, que produce gran cantidad de desechos orgánicos (Sangre en grandes cantidades), aprovecho la existencia de la quebrada en cuestión para drenar sus desperdicios por ese medio.
El problema principal es la insalubridad que representa para todas las colonias mencionadas, la exposición con la quebrada que genera gases pestilentes, además de cientos de miles de insectos (Zancudos principalmente)
La Alcaldía de San Miguel invirtió varios miles de dólares (USD$) en la “modernización” de las instalaciones del rastro municipal; sin embargo sigue lanzando sus desperdicios a la mencionada quebrada, cuyo nacimiento de agua ya no existe por acción de ciertas plantas que fueron sembradas ahí con ese fin.
En este caso, no se trata únicamente del medio ambiente y la contaminación que por diferentes medios se realiza; también estamos ante la afectación directa de la salud de varios miles de personas que habitan en las proximidades.
El hedor a ciertas horas del día es insoportable, por el hecho que la sangre (Proveniente del rastro) se acumula en la quebrada y entra en un estado de descomposición; porque son drenados irresponsablemente, sin pensar en el daño que se está ocasionando a las personas y al medio ambiente.
En tiempo de lluvia (Invierno) las tormentas se suelen llevar (Lavar) las suciedades que son depositadas en dicha quebrada, disminuyendo considerablemente los hedores y los insectos; pero en verano, el problema se intensifica.
UNA SOLUCIÓN VIABLE: Las personas que realizan negocios, matando ganado en el rastro, deberían adquirir un compromiso a partir de sus actividades y no dedicarse a la simple destrucción del medio ambiente: Una solución sencilla es vaciar un par de pipas de agua (De río), luego de drenar las sustancias antes mencionadas, tal como se hace para aplacar el polvo en el Estadio Miguel Felix Charlaix.
En El Salvador existen leyes medioambientales: Un código de salud, entre otros cuerpos legales; además de ser suscriptores de tratados y convenios internacionales relacionados con el medio ambiente y el derecho humano que toda persona tiene de que se respete su dignidad. Pero hasta esta fecha, no son más que letra muerta.
1 comentario:
Es un hecho innegable, aunque los empresarios de la mineria "se pinten de verde" es por demas, no existe tal cosa como una mineria verde es una mentira.
Aunado esto al hecho de que en nuestro pais no hay iina conicencia sobre el cuidado del medio ambiente.
La pasada reunion del G8 en Dinamarca nos deberia hacer reflexionar sobre que el cuidado del medio ambiente representa la salvacion de las futuras generaciones, eso teniendo en cuenta que en este pais en vez de guanacos deberias decirnos conejos por la forma en que nos reproducimos.
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