Cumpliendo el primer trimestre del penúltimo año del periodo de la Administración Funes en el Ejecutivo, el mandatario emite un discurso público conmemorando la reforma agraria, haciendo una defensa de dicha política pública.
Es necesario recordar, que desde la independencia, grandes extensiones de tierra, en los 14 departamentos, tenían la calidad de ejidos y de tierras comunales, las cuales eran cultivadas por indígenas y campesinos, quienes pagaban a la municipalidad un “canon” por el uso de esas tierras; que de hecho, pertenecían a la comunidad; en cada localidad existía un número de familias beneficiadas en el uso de las tierras ejidales.
A fines del Siglo XIX el Estado emitió decretos de “privatización” de grandes terrenos nacionales, que fueron vendidos, principalmente, a especuladores. (Historia de El Salvador. Tomo II. MINED. Segunda edición)
“En 1881 y 1882, el Estado decretó la abolición de las tierras ejidales y comunales, con el propósito de promover la propiedad individual y, supuestamente, el desarrollo nacional.” (Historia de El Salvador. Tomo II. MINED. Segunda edición)
El proceso para adquirir las tierras, era sencillo en teoría; se trataba de pagar el equivalente a seis canones anuales y seguir el proceso de titulación; lo que para los indígenas y campesinos, no resultaba tan sencillo, como aparentaba ser… más bien, resultaba un procedimiento bastante engorroso, tedioso, lento, que terminaba por desalentarlos.
“[Aparentemente, el proceso de privatización de la tierra no era complicado, pero no dejaba de tener sus contratiempos. Sea como fuese, el indígena y el ladino pobre se vieron envueltos en procesos jurídicos administrativos que le desalentaban. No se diga, el pago en efectivo. Pues, aunque se contara con alguna remuneración no siempre sobraba el dinero]” (Historia de El Salvador. Tomo II. MINED. Segunda edición)
“Decreto del 27 de marzo de 1897: El decreto del 27 de marzo de 1897, emitido por la Asamblea Nacional, marcó la consumación de la extinción de comunidades y ejidos, aunque hubo juicios posteriores que se extendieron incluso hasta 1912 y 1966.”
“En este decreto, la Asamblea Nacional, considerando que el sistema ejidal se ha extinguido y que, además, siendo importante pasar a la propiedad privada los terrenos que por no haber sido titulados han pasado a la nación, desapodera de los derechos que le corresponden sobre los terrenos de comunidades y ejidos que volvieron a su dominio y autoriza a los alcaldes respectivos para otorgar títulos de propiedad a los poseedores que los reclamen y declara válidos los títulos supletorios otorgados por los mismos, aun fuera de fecha.”
En síntesis, podemos decir, que con los decretos de extinción de las tierras ejidales y comunales, la tierra pasó a manos de los grandes oligarcas y terratenientes; y los indígenas y campesinos, pasaron de colonos, a simples agricultores sin tierra.
REFORMA AGRARIA
“Si bien el general Hernández Martínez es el primer gobernante en llevar a cabo una reforma agraria, esta no consistió más que en repartir unas pocas parcelas de tierra a los campesinos pobres, sin otorgarles asistencia técnica ni otros apoyos necesarios.” (Ibid – MINED)
La más elocuente muestra fue la celebración del Primer Congreso Nacional de Reforma Agraria, convocado por la Asamblea del 5 al 10 de enero de 1970.
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“En julio de 1973, a un año de su mandato, el coronel Molina promovió cambios sustantivos en dos áreas: el sistema bancario y el agro. Se había constituido una Junta Monetaria, bajo dirección exclusiva del Presidente, que estaba destinada a controlar, por encima del Banco Central, la política monetaria del país. Esta Junta fue muy atacada por la banca privada, pero el Gobierno estaba interesado en mantener este control como parte de su estrategia en el campo de la reforma agraria”
Con la aparición del Banco de Fomento Agropecuario en 1973, la Reforma Agraria, era inminente.
La ANEP y otras organizaciones que surgieron con el propósito de detener el intento de realizar una Reforma Agraria, realizaron movilizaciones, de sus jornaleros, empleados, colonos y arrendatarios, en San Miguel, Usulután, Sonsonate, Zacatecoluca, entre otras importantes localidades; logrando frenar el intento de la reforma agraria, a exigir la destitución de aquellos funcionarios del ISTA (Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria) que apoyaban la tan esperada reforma.
Luego de tanta oposición, de parte de los sectores conservadores, la empresa privada, la gran oligarquía nacional, efectivamente, en marzo de 1980, se decretó la reforma agraria, anhelo de muchos campesinos sin tierra y de dirigentes del centro y de la izquierda política. Según el decreto de reforma agraria, toda propiedad individual mayor de 500 hectáreas sería expropiada y entregada a cooperativas, mientras que aquellos campesinos que alquilaban tierras tendrían la opción de comprarlas a plazos….
Es así como; y citando la palabras del Presidente Mauricio Funes, “la reforma agraria le hace justicia a los campesinos pobres de El Salvador…”
FUENTE: (Historia de El Salvador. Tomo I y II. MINED. Segunda edición) 2009
LA PÁGINA DEL ABOGADO
AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD JURÍDICA
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