Se aproximan las celebraciones de navidad y año nuevo y es necesario tener control de nuestra economía. Aquí algunos consejos útiles para hacer un presupuesto ajustado a necesidades y prioridades.
Algunos servicios bancarios nos brindan muchas utilidades y facilidades, pero implican riesgos si no hacemos uso sensato de ellos, ejemplo típico de esto, las tarjetas de crédito.
SABER PRIORIZAR: El mercado ofrece de todo pero no necesitamos de todo; hagamos un presupuesto basado en la siguiente fórmula: UTILIDAD / NECESIDAD.
UTILIDAD: muchos productos nos brindan utilidades, pero no son necesarios; entonces, debemos identificar aquellos productos que son indispensables.
UN EJEMPLO DE PRIORIDAD: Nuestra salud, nunca está demás hacerse un chequeo clínico y no tener que detectar las enfermedades hasta que ya es tarde. Una pasada por su odontólogo de confianza le garantizará algo que no se compra con dinero, su sonrisa.
Permitirse una reserva permanente (ahorro) y considerable para prevención de enfermedades eventuales o accidentes es definitivamente una prioridad.
En navidad se acostumbra REGALAR: El mercado le dice que tiene que comprar y regalar y que si es de marca y de un almacén de lujo, mucho mejor.
Entre más compras más espíritu navideño; esto NO es cierto, convenza a su mente que eso no es así. Puede regalar algo que usted mismo haya elaborado y no tiene que costar un dineral.
Recuerde que el valor de las cosas se mide en función del aprecio que se tiene a la persona que lo regala y no al revés.
Celebración no significa GASTAR a lo loco, hasta quedarse sin un centavo. No olvide el ahorro, mantener una reserva por lo inesperado.
Su presupuesto tiene que partir de la cantidad ($$$) de la que dispone para todas esas cosas que NECESITA adquirir en estas fechas, pero una vez ha apartado su reserva y las prioridades que no pueden ceder a caprichos comerciales.
Evitemos el consumismo: Comprar y comprar y comprar sin parar, no es necesario; para que comprar nuevas decoraciones, si aún tiene guardadas las del año pasado y sirven; sacúdalas y utilícelas de nuevo. Su almacén predilecto no quebrará por que usted no compre un árbol de navidad nuevo éste año, pero usted si puede tener dificultades económicas si lo hace…
No tire, no desperdicie, no subutilice… recuerde aprovechar al máximo sus recursos, es decir, lo que tiene en sus manos.
Y sobre todo, tome en cuenta, que su vida, después de las fiestas debe seguir su curso normal y seguirá teniendo necesidades que cubrir y haber sobregirado su capacidad de endeudamiento, no es la mejor opción.
Las 3 R: Reutilice, reduzca y recicle y FELICES FIESTAS DE NAVIDAD Y AÑO NUEVO…
JUAN RAMÓN ARAUJO LÓPEZ